Highland Park: La herencia vikinga

 

Breves crónicas de Uisge beatha

                Por Javier Ramírez Gómez

27/01/2022

 



Highland Park: La herencia vikinga



La destilería Highland Park se encuentra ubicada en las Islas Orcadas (Orkney), un archipiélago de más de 70 islas ubicadas en la costa norte de Escocia, un escenario geográfico único en donde el océano Atlántico se transforma en el Mar del Norte. En la antigüedad, los primeros exploradores griegos que arribaron a este septentrional paraje creían haber llegado a “Ultima Thule”, “el fin del mundo”. Jackson[1] lo describe como: “un paisaje mágico que parece salido de otro mundo, un entorno boreal y flotante.”


Imagen tomada de la página WEB de la destilería 


El archipiélago por muchos siglos perteneció al imperio occidental escandinavo, pasó luego a manos noruegas y en el siglo 13 Escocia lo recibió en arriendo luego de haber vencido a los noruegos en la batalla de Largs. Sus gentes, sin embargo, honran su ancestral herencia vikinga y aún hoy no se sienten completamente escoceses, ni mucho menos británicos. A lo largo de su existencia las diferentes expresiones de la destilería han honrado su estripe nórdica.


Imagen tomada de la página WEB de la destilería 

La destilería fue fundada en 1798 por Magnus “Mansie” Eunson, un fervoroso pastor de día y consumado destilador nocturno. Eunson instaló los alambiques originales sobre una colina en la isla de Kirkwall, la principal de las Orcadas, en una finca llamada “High Park of Rosebank” de donde proviene su nombre actual; inicialmente se llamó Kirkwall hasta 1896. En la página WEB de la destilería se destaca con denodado orgullo el hecho de estar ubicada en el mismo sitio en donde Eunson instaló su primigenio alambique ilícito, casi en el círculo polar ártico y en una latitud muy aproximada a la de Anchorage, Alaska.


ST Magnus Cathedral - Imagen tomada de la página WEB de la destilería 

Alrededor del precursor de la Destilería se han tejido innumerables relatos algunos de los cuales le otorgan a su emblemática figura tintes míticos. Una de las historias que más me agrada cuenta que en una ocasión los recaudadores de impuestos llegaron intempestivamente a High Park para pillarlo “in fraganti” en su faceta de contrabandista, Eunson reaccionó con rapidez y astucia escondiendo los barriles sobre una manta blanca encima de la cual colocó un ataúd y acompañado de un sequito de acólitos que lloraban desconsoladamente al “etílico difunto” recibió a los recaudadores, estando ya estos en escena, uno de los presentes les susurró al oído “viruela” dejando entrever la causa del deceso, lo cual bastó para que los inquisitivos recaudadores huyeran despavoridos y no quisieran saber nada del whisky ilícito.



Cuatro son las razones que le otorgan ese sello característico a su whisky. Se trata de una de las muy pocas destilerías, no son más de 9, que aún conserva sus pisos de malteado para satisfacer parte de sus necesidades, es decir, la cebada se maltea a mano con palas a la manera tradicional. Su turba singular de más de 4000 años de antigüedad, cortada a mano en Hobbister Moor a solo 7 millas de la destilería, integrada mayormente por brezo (Heather, por su nombre en inglés). Resulta que las Orcadas son azotadas de manera incesante e implacable por vientos que llegan a alcanzar más de 100 millas, ningún árbol puede sobrevivir a semejante ataque por ese motivo el páramo de la isla no tiene árboles, pero es rico en fragantes brezos, un pequeño arbusto silvestre de hojas chicas y copiosas flores, el cual es el responsable de ese sabor ahumado aromático único del Highland Park. Para el añejamiento se utilizan barricas de roble americano y europeo sazonadas en jerez las cuales le otorgan color e impregnan sabores a fruta seca, caramelo y vainilla. Y finalmente, debo mencionar su sosegado proceso de maduración; las Orcadas tienen un clima templado casi todo el tiempo, sin extremos cálidos o fríos, perfecto para una larga y fresca maduración tradicional la cual se ve reflejada en el carácter final del whisky.


Turba compuesta de brezo - Imagen tomada de la página WEB de la destilería 

Highland Park cumple este año 224 años de historia, en los cuales se ha destacado por la calidad de su whisky, que la ha hecho merecedora de innumerables distinciones en los concursos internacionales más importantes. En 2018, dos de sus lanzamientos especiales “The Light” y “The Dark”, recibieron una medalla de oro doble cada uno por la Competencia Mundial de Espíritus de San Francisco. En 2019 y por cuarto año consecutivo, Highland Park se llevó a casa el máximo honor del “Ultimate Spirits Challenge”, el trofeo del presidente para el mejor en la categoría. 



The Dark y The Light - Imagen tomada de la página WEB de la destilería 

En la actualidad, Highland Park hace parte del Grupo Edrington, también propietarios de Macallan, Glenrothes, Famouse Grouse, Glenturret entre muchas otras destilerías.


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[1] Jackson Michael, Atlas Ilustrado del Whisky, Susaeta, Madrid, pág. 128

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