Glen Grant: El whisky favorito de los italianos
Breves crónicas de Uisge
beatha
Por Javier Ramírez Gómez
11/08/2022
Glen Grant: El whisky favorito de los italianos
La Destilería Glen Grant fue fundada en 1840 por los hermanos
Jhon y James Grant, (No tienen ningún parentesco con William Grant) en el pueblo
de Rothes, en la región de Speyside. Jhon, era un comerciante de grano local y
destilador con amplio conocimiento en la producción de whisky, su hermano James,
era un político que llegó a ser alcalde de Elgin. Ambos estuvieron primero al
frente de la destilería Aberlour como arrendatarios. Como dato curioso se tiene
que Glen Grant fue la única destilería identificada con el nombre de la familia
fundadora.
Destilería Glen Grant - thesinglemaltshop.com
En 1858, los Grant propiciaron la llegada del tren a Rothes, a decir verdad, financiaron con recursos propios el Speyside Railway para extender hasta Rothes la línea de ferrocarril existente de Elgin a Craigellachie; la nueva conexión ferroviaria facilitó el comercio de mercancías en general y del whisky producido por ellos en particular. 3 años después, su espíritu emprendedor los llevó a dotar de energía eléctrica las instalaciones de Glen Grant, siendo la primera industria de las Highlands en contar con este avance tecnológico.En 1872, James Grant Jr, conocido como “El Mayor” se hizo cargo de la destilería sucediendo a su padre y a su tío. “El Mayor” es
descrito como un terrateniente victoriano, aficionado a la caza mayor en África,
a la pesca de salmón en el río Spey, deportista, culto y elegante, en otras palabras,
la quintaescencia del caballero destilador victoriano. “El Mayor” aprovechó el
Boom del whisky escocés y para 1898 fue tal su éxito que decidió construir una
segunda destilería al otro lado de la calle en la que fueron instaladas unas
replicas exactas de los alambiques originales, la llamó Glen Grant No.2 la cual
estaba unida a la primera a través de una tubería de whisky que se extendía por
la carretera y conectaba como si fuera un cordón umbilical. Sin embargo, el
proyecto no resultó del todo bien y 4 años después sus tuberías estaban secas. La
destilería No.2 fue reabierta en 1965 y reabautizada como Caperdonich, estuvo
activa hasta el 2002, sus whiskies hoy son objeto de culto.
Glen Grant es también famosa por el bello diseño de sus
jardines integrados por variadas especies exóticas traídas por “el Mayor” Grant
especialmente de África. El recorrido por los jardines tiene además un encanto
especial, dado que, en una roca ubicada al final de un sendero, sobre un
arroyuelo, “el Mayor” Grant instaló una caja fuerte en cuyo interior mantenía
siempre una botella de whisky y varias copas para brindar al aire libre con los
visitantes. La caja fuerte del whisky aún existe, custodiada por Dennis Malcolm,
quien dirige la destilería hace muchos años y es el responsable de su éxito actual.
La destilería estuvo en manos de la familia hasta 1977
cuando pasó a ser propiedad de Seagram, luego de Pernod Ricard y finalmente, del
conglomerado italiano de bebidas Campari, su actual dueño. Resulta que Glen
Grant es el whisky más vendido en Italia desde que a mediados de la década de
1960, el agente italiano de la destilería, Armando Giovinetti se dio a la tarea
de conquistar el paladar de sus coterráneos con indiscutible éxito.
El whisky de Glen Grant es destilado en alambiques de forma poco habitual altos y finos dotados de purificadores a partir de los cuales se creó el sabor a malta fresca y el color claro que define el whisky Glen Grant hasta el día de hoy. La complejidad no es la característica principal de Glen Grant sino su equilibrio y buena elaboración con un sabor impregnado a manzana verde, dulce y ligero, son una delicada introducción al estilo clásico de Speyside. De esta casa solo he tenido la fortuna de probar el 15 años, Bacth Strength 1st Edition, a 50% de ABV, añejado exclusivamente en barriles ex – bourbon de primer llenado. Ofrece unas notas de cata muy placenteras. La nariz es frutosa, llena de cereales melosos y al tener un poco de reposo emerge un aroma a caramelo de vainilla; en boca, es denso, masticable, profundamente dulce, como un pastel de vainilla, pero también se siente mucho cereal maltoso y el roble. Me pareció una copita de postre, un trago muy agradable y sutil que no riñe con nadie.
Jim Murray[1] ha elegido al Glen Grant 10 años varias veces como el mejor whisky escocés de
10 años o menos y a la etiqueta de 18 años la escogió como segundo mejor whisky
del año en 2017 y su whisky escocés de ese año.
[1] Periodista, crítico de whisky y creador
de la Biblia del Whisky, publicación anual en la que su autor destaca a los
mejores whiskies del mundo.
Como siempre, muy buen recuento. Muy interesante saber porque los Italianos prefieren este trago. Muy brillante el mercadeo de los nuevos duenos.
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