Loch Lomond: Un whisky innovador y autosuficiente

                                 Breves crónicas de Uisge beatha

Por Javier Ramírez Gómez

08/02/2024

 

Loch Lomond: Un whisky innovador y autosuficiente

 

Loch Lomond es una destilería relativamente nueva, fue fundada en 1966 por Duncan Thomas, el propietario estadounidense de Littlemill y Barton Brands con sede en Chicago. Tiene, sin embargo, un primer antecedente histórico que data de 1814 con una primigenia destilería situada sobre el extremo norte de Loch Lomond, cerca de Tarbet, aunque no hay muchos registros sobre ella, ni acerca del momento en que cerró. La destilería actual está ubicada en las tierras altas, en medio del lago Lomond y el Parque Nacional Trossachs, esto la convierte en un sitio ideal tanto para los entusiastas del whisky como para los amantes de la naturaleza.

Destilería Loch Lomond - whisky.com
 

Durante décadas fue vista como un outsider, porque, aunque en teoría se encontraba al norte de la “Highland Line” sus whiskies eran vistos como de las Lowland. También hizo cosas como destilar cebada malteada en alambiques continuos y mantenerse muchos años por fuera de la Scotch Whisky Asociation (SWA); que le dieron un cierto espíritu forajido.  

 

Como ya es una historia habitual en la industria del whisky escocés, durante su existencia la destilería ha tenido diferentes propietarios. Después de sus fundadores hizo parte de Inver House luego, pasó a manos de Glen Catrine Bonded Warehouse Ltd, quienes en 2014 la vendieron a la firma de capital privado Exponent con sede en el Reino Unido, quien conformó el Loch Lomond Group del cual también hace parte la destilería Glen Scotia y la marca Littlemill. En 2019, Exponent, negoció con el grupo asiático Hillhouse Capital Management actualmente, sus propietarios.    

 

Hillhouse Capital Managment - caixin.com

La destilería Loch Lomond cuenta con una característica inusual en la industria del whisky escocés; resulta que, desde sus inicios, fue creada para producir distintos estilos de whisky y elaborar sus mezclas sin necesidad de entrar en el esquema de intercambios y/o compras entre destilerías habitual en Escocia. Este modelo es el que en buena medida rige en Japón, en donde la enconada rivalidad entre Suntory y Nikka produjo una marcada división en la industria; pero, en el escenario escocés, es completamente atípico.  

 

                                                                                    Alambiques de la destilería - lochlomondwhiskies.com

Este innovador enfoque de producción derivó en la creación de unos alambiques especiales, lo suficientemente dúctiles para obtener variedades de sabor distintas a partir de la instalación de unas placas rectificadoras en el cuello, conocidos como alambiques Lomond. Su singularidad radica en contar con un cuello cilíndrico recto que incluye bandejas de destilación dispuestas para permitir un mayor contacto con el alcohol refrescante, esto a su vez hace posible capturar y enfatizar diferentes notas de sabor a través de la gama de grados de alcohol que se pueden atrapar y rechazar. Este tipo de alambiques pueden producir alcohol hasta un 90% de ABV mientras que los alambiques comunes lo producen a alrededor de 70% de ABV.

 

La cebada malteada proviene de las grandes malterías que abastecen a casi toda la industria y es molida en un antiguo molino Porteus; la cebada que utilizan es de 3 clases: con turba pesada, media y ligera; la cuba de maceración es de acero inoxidable moderna y energéticamente eficiente. La fermentación es larga, no menos de 90 horas lo cual incide en su perfil de sabor; disponen de 41 washbacks de acero inoxidable y no solo utilizan la levadura de destilería “normal” sino también dos levaduras de vino: la Chardonnay y la Sauvignon Blanc.

Alambiques de destilación continua - https://www.pressandjournal.co.uk

Adicionalmente, la destilería también cuenta con tres alambiques continuos para elaborar su propio whisky de grano y alambiques tradiciones con cuellos de cisne. Con esta variopinta batería de alambiques está en capacidad de producir 11 tipos de destilados diferentes para sus marcas de whisky. Es la única destilería de Escocia que produce whisky de malta y de grano en el mismo lugar. Loch Lomond está en capacidad de producir maltas con mucha turba (estilo Islay); complejas y afrutadas (estilo Speyside); con mucho cuerpo y afrutadas (estilo Highland); suaves y florales (estilo Lowland).    

Tonelero de Loch lomond -lochlomondwhiskies.com
 

Loch Lomond es una de las cuatro destilerías escocesas que cuenta con su propia tonelería, de este modo garantiza que las reparaciones de las barricas y la carbonización se lleven a cabo bajo sus propios estándares, mayormente utilizan barricas de bourbon. En la actualidad, hay 7 experimentados toneleros a tiempo a completo. Debo resaltar que un nuevo tonelero debe pasar no menos de 4 años in situ aprendiendo el oficio antes de merecer convertirse en un tonelero de pleno derecho. Según datos de la propia empresa, en un año típico alrededor de 10.000 barriles requieren reparaciones importantes, como pueden ser reemplazar algunas de sus duelas o volver a ser carbonizadas. La destilería está provista de sus propios almacenes de añejamiento, algunos conformados por edificios nuevos, pero otros son viejas construcciones hechas de ladrillos.   

 

Whisky High Commissioner - masterofmalt.com

La destilería produce el blend High Commissioner e igualmente, tiene en su haber marcas de single malt como Inchmurrin, Inchmoan, Inchfad y Craiglodge entre otras, las cuales no siempre cuentan con embotellados disponibles en el mercado.

 

Foto: Cortesía Rodrigo Abello

Tuve la fortuna de probar el Loch Lomond 12 años gracias a un gran amigo de infancia que lo trajo de un viaje. Se trata de un whisky sin filtrado en frío y 46% ABV, resultado de un interesante ensamblaje de tres tipos de barricas: bourbon, roble americano carbonizado y roble americano rellenado. En nariz, es fresco, afrutado, sentí manzana verde y aromas cítricos. En el paladar, los sabores frutales están muy presentes, pero emerge también la vainilla, algo de limón y notas amaderadas sutilmente ahumadas. El final es corto y ligeramente ahumado. Me gustó, es un whisky con carácter y que me brindó unos matices organolépticos que no había experimentado antes en un Highland.

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